El organismo no está preparado para almacenar vitamina C ni para generarla. Tu organismo sí puede, sin embargo, mostrar síntomas de deficiencia, lo que puede provocar una serie de impedimentos para afrontar tu día a día.

Los principales signos de deficiencia de vitamina C en niños y adultos son:

• Sistema inmunológico bajo.
• Inflamación y sangrado de encías.
• Caída del cabello.
• Dolor articular.
• Falta de energía y cambios de humor.
• Sequedad de la piel.

Es posible la sobredosis de esta vitamina al consumirla en altas dosis. El valor diario recomendado se sitúa sobre los 80 mg de vitamina C al día, por lo que un consumo superior puede asociarse con ciertas molestias como náuseas, diarrea, insomnio o dolor de cabeza.

Nuestra recomendación es que consultes con tu médico o especialista tanto si sospechas de un posible déficit como de un exceso de vitamina C en tu consumo.

Sí, siempre que se quieran alcanzar los umbrales mínimos recomendados del nutriente.

Aunque se puede obtener de forma natural a través de un buen número de frutas y verduras, muchas personas no llevan una dieta diaria que incluya las fuentes de vitamina necesarias. En estos casos, por tanto, la ingesta de un complemento de vitamina C pasa a ser obligatorio.

Desde HSN siempre recomendamos un consumo responsable de los complementos alimenticios, que incluye la consulta con tu médico o especialista antes de iniciar una toma y de definir la dosis de vitamina adecuada. Igualmente, se debe atender a las recomendaciones del fabricante, además de precisar atención médica ante cualquier problema.

No. Aunque siempre se ha dicho que la vitamina C previene y actúa contra los resfriados comunes, lo cierto es que no existen estudios concluyentes sobre la posible capacidad de prevención del ácido ascórbico contra los resfriados o catarros.

Esta vitamina contribuye a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de la piel.

Porque es un gran aliado para ellos. Basta con ver cómo contribuye a múltiples aspectos que aseguran un buen funcionamiento del organismo, entre ellos:

• El funcionamiento normal del sistema inmunitario durante y después del ejercicio físico intenso.
• El metabolismo energético normal.
• La formación de colágeno para el funcionamiento normal de vasos sanguíneos, huesos y cartílagos.
• El funcionamiento normal del sistema nervioso e inmunitario.
• La protección de las células contra el estrés oxidativo.
• La reducción del cansancio y la fatiga.